domingo, 6 de julio de 2014

3° Lectura. Oseas 9

Capítulo 9
¡No te alegres, Israel, no te regocijes como los pueblos! Porque te has prostituido lejos de tu Dios y has amado el salario de las prostitutas sobre todas las eras de trigo. 2 Pero la era y el lagar no los alimentarán y el vino nuevo los dejará defraudados. 3 No habitarán en el país del Señor: Efraím regresará a Egipto, y en Asiria comerán un alimento impuro. 4 No harán al Señor libaciones de vino y sus sacrificios no le agradarán; su pan será como un pan de duelo, y todos los que lo coman quedarán contaminados, porque ese pan será para ellos mismos y no entrará en la Casa del Señor. 5 ¿Qué harán ustedes el día de la solemnidad, el día de la fiesta del Señor? 6 Ellos escaparon a la devastación, pero Egipto los reunirá, Menfis los enterrará, la ortiga heredará sus tesoros de plata, las espinas invadirán sus carpas. 7 ¡Han llegado los días de pedir cuenta, han llegado los días de la retribución: que lo sepa Israel! El profeta se vuelve loco, el hombre del espíritu delira, a causa de la enormidad de tu falta y de tu gran hostilidad. 8 El profeta, centinela de Efraím, está junto a Dios, pero se le tiende una red en todos sus caminos y él encuentra hostilidad hasta en la Casa de su Dios. 9 Ellos se han corrompido profundamente como en los días de Guibeá; pero él se acordará de sus culpas y pedirá cuenta de sus pecados. 10 Como uvas en el desierto, yo encontré a Israel; como una breva en la higuera, al comienzo de la estación, yo vi a sus padres. Pero, al llegar a Baal Peor, se consagraron a la Ignominia y se hicieron abominables como el objeto de su amor. 11 ¡Efraím! Su gloria saldrá volando como un pájaro: no habrá más parto, ni embarazo, ni concepción. 12 Aunque críen a sus hijos, se los quitaré antes que sean hombres. Sí, ¡ay de ellos cuando yo los abandone! 13 Cuando yo vi a Efraím, era una plantación en una pradera, pero tendrá que llevar sus hijos al verdugo. 14 ¡Dales, Señor...! ¿Qué les darás? Dales un vientre estéril y pechos resecos. 15 Toda su perversidad se manifestó en Guilgal: allí comencé a detestarlos. Por la maldad de sus acciones los arrojaré de mi casa, ya no los amaré más; todos sus jefes son rebeldes. 16 Efraím está herido, se ha secado su raíz, ya no fructificará. Aunque tengan hijos, yo mataré el fruto preciosos de sus entrañas. 17 Mi Dios los rechazará porque no lo escucharon, y andarán errantes entre las naciones.

2° Lectura. 1° Reyes 7

Capítulo 7
La construcción del palacio real
Salomón edificó también su casa, y tardó trece años en terminarla. 2 Construyó la sala llamada Bosque del Líbano, que medía cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince de alto. Estaba asentada sobre cuatro hileras de columnas de cedro, con tirantes de cedro sobre las columnas. 3 En la parte superior, sobre los travesaños que había sobre las columnas –a razón de quince por cada hilera–, tenía un revestimiento de cedro. 4 Había además tres hileras de ventanas con marcos, dispuestas simétricamente una frente a otra, de tres en tres. 5 Todas esas aberturas y sus montantes eran de forma cuadrangular, y estaban una frente a otra, de tres en tres. 6 El hizo también el Pórtico de las columnas, de veinticinco metros de largo por quince de ancho, y delante de él un vestíbulo con columnas y un alero sobre la fachada. 7 Hizo la sala del trono donde administraba justicia –la Sala del juicio –que estaba revestida de cedro desde el suelo hasta los postes del artesonado. 8 Su residencia personal, que daba al otro atrio, retirado del Pórtico, estaba construida en un estilo semejante. Y también hizo una casa, parecida a ese Pórtico, para la hija del Faraón con la que se había casado. 9 Todas estas construcciones estaban hechas con piedras seleccionadas, talladas a medida, cortadas con la sierra tanto del lado interior como del exterior, y esto, desde los cimientos hasta las cornisas y, por fuera, hasta el patio grande. 10 También los cimientos eran de piedras seleccionadas, grandes piedras de cinco y cuatro metros. 11 Sobre los cimientos, había piedras seleccionadas, talladas a medida, y madera de cedro. 12 El patio grande tenía a su alrededor tres hileras de piedras talladas y una hilera de tablas de cedro, iguales a las del atrio interior de la Casa del Señor y a las del vestíbulo de la Casa. La ornamentación y el mobiliario del Templo: Jirám el orfebre 13 El rey Salomón mandó a buscar a Jirám de Tiro, 14 el hijo de una viuda de la tribu de Neftalí. Su padre, un natural de Tiro, había sido artesano del bronce, y él mismo estaba dotado de una gran habilidad, inteligencia y destreza para ejecutar toda clase de trabajos en bronce. Jirám se presentó ante el rey Salomón y ejecutó todos los trabajos que él le encomendó. Las columnas de bronce 2 Cro 3.15-17 15 Jirám modeló las dos columnas de bronce. La altura de una columna era de nueve metros y un hilo de seis metros medía su contorno. La segunda columna era idéntica a la primera. 16 El hizo además dos capiteles para colocarlos arriba de las columnas; estos eran de bronce fundido. La altura del primer capital era de dos metros y medio, y el segundo tenía la misma altura. 17 Hizo unas molduras en forma de red y frisos en forma de guirnaldas para los capiteles que estaban encima de las columnas; siete para el primer capital y siete para el segundo. 18 Hizo también las granadas: puso dos hileras alrededor de una de las redes, para cubrir los capiteles que remataban las columnas, y lo mismo hizo para el segundo capitel. 19 Los capitales que estaban encima de las columnas, en el vestíbulo del templo, tenían una moldura en forma de azucena y medían dos metros. 20 En los capiteles superpuestos a las dos columnas, también en la parte superior, a lo largo del ensanchamiento que estaba más allá de la red, había doscientas granadas distribuidas en hileras circulares, sobre los dos capitales. 21 El erigió esas columnas junto al vestíbulo del Templo: erigió la columna derecha, y la llamó Iaquín; erigió también la columna izquierda, y la llamó Boaz. 22 En lo alto de las columnas había una moldura en forma de azucena. Así quedó concluido el trabajo de las columnas. El Mar de bronce 2 Cro 4.2-5 23 El hizo además el Mar de metal fundido, que medía cinco metros de diámetro y tenía forma circular; su altura era de dos metros y medio, y una cuerda de quince metros medía su circunferencia. 24 Debajo del borde, todo alrededor, tenía una orla de coloquíntidas –diez frutos cada medio metro– que rodeaban todo el contorno del Mar; había dos hileras de frutos, fundidos con el Mar en una sola pieza. 25 El Mar estaba asentado sobre doce toros, tres vueltos hacia el norte, tres hacia el oeste, tres hacia el sur y tres hacia el este. El Mar se elevaba por encima de ellos, que estaban con sus partes traseras vueltas hacia el interior. 26 Su espesor medía un palmo, y su borde tenía forma de copa, semejante al cáliz de una azucena. Su capacidad era de unos setenta mil litros. Los soportes movibles para los recipientes de bronce 27 El hizo también los soportes de bronce. Cada soporte tenía dos metros de largo, dos de ancho y uno y medio de alto. 28 Estaban hechos de la siguiente manera: tenían unos paneles encuadrados en un armazón; 29 sobre esos paneles había figuras de leones, de toros y de querubines, y lo mismo sobre el armazón. Tanto arriba como abajo de los leones y toros había unos adornos en bajorrelieve. 30 Cada soporte tenía cuatro ruedas de bronce, con ejes también de bronce, y refuerzos en sus cuatro patas. Estos refuerzos estaban fundidos debajo de los recipientes de agua, sobre el lado opuesto a los bajorrelieves. 31 La abertura para los recipientes estaba dentro de un círculo en forma de corona,, que sobresalía medio metro; la abertura era redonda, hecha en forma de zócalo, y medía setenta y cinco centímetros. También el borde de la abertura estaba adornado con figuras esculpidas. Sus paneles eran cuadrados, no redondos. 32 Las cuatro ruedas estaban debajo de los paneles, y los ejes de las ruedas estaban unidos a los soportes. La altura de cada rueda era de setenta y cinco centímetros. 33 Las ruedas estaban hechas como una rueda de carro. Sus ejes, sus llantas, sus rayos y sus cubos eran todos de metal fundido. 34 Había cuatro refuerzos en los cuatro ángulos de cada soporte, formando un mismo cuerpo con él. 35 Arriba del soporte había una pieza circular, de veinticinco centímetros de alto, formando un solo cuerpo con las manijas y paneles del soporte. 36 Sobre las planchas, las manijas y los paneles, Jirám grabó querubines, leones y palmeras, dondequiera había un espacio libre, con bajorrelieves alrededor. 37 Fue así como él hizo los diez soportes: cada uno con el mismo metal, la misma dimensión y el mismo diseño. 38 Además, hizo diez recipientes de bronce, con una capacidad de mil ochocientos litros cada uno. Cada recipiente medía dos metros, y había un recipiente sobre cada uno de los diez soportes. 39 Luego colocó los soportes, cinco al lado derecho de la Casa y cinco al lado izquierdo. En cuanto al Mar, lo colocó al lado derecho de la Casa, hacia el sudeste. Los otros utensilios del Santuario 2 Cro 4.11–5.1 40 Jirám hizo también las ollas, las palas y los aspersorios. Así terminó todo el trabajo que debía hacer para el rey Salomón en la Casa del Señor: 41 las dos columnas, las dos esferas de los capiteles que remataban las columnas, las dos redes para cubrir las dos esferas de los capiteles que estaban encima de las columnas; 42 las cuatrocientas granadas para las dos redes, dos hileras de granadas para cada red, a fin de cubrir las dos esferas de los capiteles que estaban encima de las columnas; 43 los diez soportes y los diez recipientes sobre los soportes; 44 el Mar único y los doce toros que estaban debajo de él; 45 las ollas, las palas y los aspersorios. Todos esos objetos que hizo Jiram para el rey Salomón, en la Casa del Señor, eran de bronce bruñido. 46 Los fundió en la región del Jordán, sobre el suelo arcilloso, entre Sucot y Sartán. 47 A causa de su gran cantidad, no se pudo calcular el peso del bronce. 48 Salomón mandó hacer asimismo todos los objetos que estaban en la Casa del Señor: el altar de oro y la mesa sobre la que se ponía el pan de la ofrenda, hecha también de oro; 49 los candelabros, cinco a la derecha y cinco a la izquierda, delante del lugar santísimo, también de oro fino, con sus cálices, sus lámparas y sus pinzas de oro; 50 las navetas, los cuchillos, los aspersorios, las tazas y los incensarios de oro fino; los goznes de oro para las puertas del recinto interior –el Santo de los Santos– y para las puertas de la nave central. 51 Así fue terminado todo el trabajo que hizo el rey Salomón en la Casa del Señor. Salomón llevó todas las ofrendas que había consagrado su padre David: la plata, el oro y los demás utensilios, y los depósito en los tesoros de la Casa del Señor.

1° Lectura. Marcos 13:14-37

Cuando vean la Abominación de la desolación usurpando el lugar que no le corresponde –el que lea esto, entiéndalo bien– los que estén en Judea, que se refugien en las montañas; 15 el que esté en la azotea de su casa, no baje a buscar sus cosas; 16 y el que esté en el campo, que no vuelva atrás a buscar su manto. 17 ¡Ay de las mujeres que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! 18 Rueguen para que no suceda en invierno. 19 Porque habrá entonces una gran tribulación, como no la hubo desde el comienzo del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás. 20 Y si el Señor no abreviara ese tiempo, nadie se salvaría; pero lo abreviará a causa de los elegidos. 21 Si alguien les dice entonces: "El Mesías está aquí o está allí", no lo crean. 22 Porque aparecerán falsos mesías y falsos profetas que harán milagros y prodigios capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos. 23 Pero ustedes tengan cuidado: yo los he prevenido de todo. 24 En ese tiempo, después de esta tribulación, el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar, 25 las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán. 26 Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y de gloria. 27 Y él enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte. 28 Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. 29 Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta. 30 Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32 En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre.» 33 «Tengan cuidado y estén prevenidos porque no saben cuándo llegará el momento. 34 Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela. 35 Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. 36 No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos. 37 Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: "¡Estén prevenidos!"».