domingo, 23 de febrero de 2014

4° Lectura Tobías 12


1 Cuando terminó de celebrarse la boda Tobit llamó a su hijo Tobías y le dijo: «Hijo mío, ya es hora de pagarle lo convenido a tu compañero, agregando incluso algo más».
2 Tobías le respondió: «Padre, ¿cuánto tengo que darle? Aunque le entregara la mitad de los bienes que él trajo conmigo, no saldría perdiendo.
3 El me ha conducido sano y salvo, ha curado a mi esposa, ha traído conmigo el dinero y te ha curado a ti. ¿Qué puedo darle por todo esto?».
4 Tobit le dijo: «Hijo, es justo que se lleve la mitad de lo que trajo».
5 Tobías llamó a su compañero y le dijo: «Toma en pago la mitad de lo que has traído, y vete en paz».
6 Entonces Rafael llamó aparte a los dos y les dijo: «Bendigan a Dios, y celébrenlo delante de todos los vivientes por los bienes que él les ha concedido, para que todos bendigan y alaben su Nombre. Hagan conocer debidamente a todos los hombres las obras de Dios y nunca dejen de celebrarlo.
7 Es bueno mantener oculto el secreto del rey, pero las obras de Dios hay que revelarlas y publicarlas como es debido. Practiquen el bien, y así el mal nunca los dañará.
8 Vale más la oración con el ayuno y la limosna con la justicia, que la riqueza con la iniquidad. Bale más hacer limosna que amontonar oro.
9 La limosna libra de la muerte y purifica de todo pecado. Los que dan limosna gozarán de una larga vida.
10 Los que pecan y practican la injusticia son enemigos de su propia vida.
11 Voy a decirles toda la verdad, sin ocultarles nada. Ya les dije que es bueno mantener oculto el secreto del rey y revelar dignamente las obras de Dios.
12 Cuando tú y Sara hacían oración, era yo el que presentaba el memorial de sus peticiones delante de la gloria del Señor; y lo mismo cuando tú enterrabas a los muertos.
13 Cuando no dudabas en levantarte de la mesa, dejando la comida para ir a sepultar un cadáver, yo fui enviado para ponerte a prueba.
14 Pero Dios también me envió para curarte a ti y a tu nuera Sara.
15 Yo soy Rafael, uno de lo siete ángeles que están delante de la gloria del Señor y tienen acceso a su presencia».
16 Los dos quedaron desconcertados y cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor.
17 Pero él les dijo: «No teman, la paz esté con ustedes. Bendigan a Dios eternamente.
18 Cuando yo estaba con ustedes, no era por mi propia iniciativa, sino por voluntad de Dios. Es a él al que deben bendecir y cantar todos los días.
19 Aunque ustedes me veían comer, eso no era más que una apariencia.
20 Por eso, bendigan al Señor sobre la tierra y celebran a Dios. Ahora subo a Aquel que me envió. Pongan por escrito todo lo que les ha sucedido». Y en seguida se elevó.
21 Ellos bendecían a Dios, entonando himnos, y lo celebraban por haber obrado esas maravillas, ya que se les había aparecido un ángel de Dios.

3° Lectura Proverbios 13


1 Un hijo sabio ama la corrección, pero el insolente no escucha el reproche.
2 El hombre comerá del fruto de sus palabras, pero los traidores están ávidos de violencia.
3 El que vigila su boca protege su vida, el que abre demasiado sus labios acaba en la ruina.
4 El perezoso codicia y su deseo es vano, pero el deseo de los laboriosos será colmado.
5 El justo detesta la mentira, pero el malvado causa vergüenza y confusión.
6 La justicia preserva al que camina con integridad, pero la maldad arruina al pecador.
7 Hay quien presume de rico y no tiene nada, y hay quien se hace el pobre y posee grandes bienes.
8 La riqueza es una garantía para la vida de un hombre, pero el pobre no escucha amenazas,
9 La luz de los justos resplandece, pero la lámpara de los malvados se extingue.
10 El fatuo provoca discordias con su presunción, y la sabiduría está con los que se dejan aconsejar.
11 La riqueza adquirida de golpe no dura, pero el que junta poco a poco, la acrecienta.
12 La esperanza diferida enferma el corazón, el deseo colmado es un árbol de vida.
13 El que desprecia la palabra se perderá, pero el que respeta los mandamientos será recompensado.
14 La enseñanza del sabio es fuente de vida, para apartarse de las trampas de la muerte.
15 El buen juicio se gana el favor, pero los traidores caminan hacia su ruina.
16 El hombre prudente sabe bien lo que hace, pero el necio va ostentando su insensatez.
17 Un mal emisario hunde en la desgracia, pero un enviado fiel devuelve la salud.
18 Miseria e ignominia para el que desecha la corrección, el que tiene en cuenta una advertencia será honrado.
19 Deseo cumplido es deleite para el alma, apartarse del mal es una abominación para los necios.
20 Acude a los sabios, y te harás sabio, pero el que frecuenta a los necios se echa a perder.
21 El mal persigue a los pecadores, y el bien recompensa a los justos.
22 El hombre de bien deja una herencia a los hijos de sus hijos, pero la fortuna del pecador está reservada para el justo.
23 El surco de los pobres da comida en abundancia, pero hay quien se pierde por falta de justicia.
24 El que mezquina la vara odia a su hijo, el que lo ama se esmera por corregirlo.
25 El justo come hasta saciarse, pero el estómago de los malvados está vacío.

2° Lectura Éxodo 28-29


Capítulo 28
Las vestiduras del Sumo Sacerdote
1 Entre todos los israelitas, elige a tu hermano Aarón, y ordénale que se acerque a ti para que sea mi sacerdote. Manda que se acerquen también sus hijos Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar.
2 Luego harás las vestiduras sagradas de tu hermano Aarón, a fin de que esté magníficamente ataviado.
3 Para ello tendrás que recurrir a los artesanos más competentes, a aquellos que yo he dotado de una habilidad excepcional, y ellos confeccionarán las vestiduras de Aarón, a fin de que sea consagrado para ejercer mi sacerdocio.
4 Las vestiduras que harán son las siguientes: un pectoral, un efod, un manto, una túnica bordada, un turbante y una faja. Y cuando hagan las vestiduras sagradas para que Aarón y sus hijos puedan cumplir sus funciones sacerdotales,
5 emplearán oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino fino.
El efod
6 El efod lo harán de oro, de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino reforzado, todo esto trabajado artísticamente.
7 Llevará aplicadas dos hombreras, y así quedará unido por sus dos extremos.
8 El cinturón para ajustarlo formará una sola pieza con él y estará confeccionado de la misma forma: será de oro, de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y de lino fino reforzado.
9 Después tomarás dos piedras de lapislázuli y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel
10 –seis en una piedra y seis en la otra– por orden de nacimiento.
11 Para grabar las dos piedras con los nombres de los hijos de Israel, te valdrás de artistas apropiados, que lo harán de la misma manera que se graban los sellos. Luego las harás engarzar en oro,
12 y las colocarás sobre las hombreras del efod. Esas piedras serán un memorial en favor de los israelitas. Así Aarón llevará esos nombres sobre sus hombros hasta la presencia del Señor, para mantener vivo su recuerdo.
13 Harás, además, los engastes de oro
14 y dos cadenas de oro puro, trenzadas a manera de cordones, que luego fijarás en los engastes.
El pectoral
15 También harás el pectoral del juicio de Dios, trabajado artísticamente y confeccionado de la misma manera que el efod. Lo harás de oro, de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y de lino fino reforzado.
16 Deberá ser cuadrado y de doble paño, de un palmo de largo y otro de ancho.
17 Lo guarnecerás de piedras preciosas, dispuestas en cuatro hileras: en la primera habrá un jaspe rojo, un topacio y una esmeralda;
18 en la segunda, un rubí, un zafiro y un diamante;
19 en la tercera, un ágata, una cornalina y una amatista;
20 y en la cuarta, un crisólito, un lapislázuli y un jaspe verde. Todas ellas estarán engarzadas en oro.
21 Las piedras serán doce en total, como los nombres de los hijos de Israel, y cada una llevará grabado el nombre de una de las doce tribus, como se graban los sellos.
22 Además, harás para el pectoral unas cadenas de oro puro, trenzadas a manera de cordones,
23 y dos argollas de oro, que luego ajustarás a sus dos extremos superiores.
24 Sujetarás las dos puntas de las cadenas de oro en las dos argollas que están en los extremos superiores del pectoral;
25 y unirás las otras dos puntas a unos engastes, para poder colocarlas sobre las hombreras del efod, por la parte de adelante.
26 Harás, asimismo, dos argollas de oro y las ajustarás a los dos extremos inferiores del pectoral, sobre el borde interior, el que da hacia el efod.
27 También forjarás otras dos argollas de oro, adhiriéndolas a las dos hombreras del efod, por la parte de adelante y bien hacia abajo, o sea, cerca de la costura y encima del cinturón.
28 Así el pectoral se podrá sujetar haciendo pasar, entre sus argollas y las argollas del efod, un cordón de púrpura violeta, para que el pectoral quede fijo sobre el cinturón y no se desprenda del efod.
29 Cada vez que Aarón entre en el Santuario, llevará sobre su corazón, en el pectoral del juicio de Dios, los nombres de los hijos de Israel, para mantener siempre vivo el recuerdo de ellos en la presencia del Señor.
30 En el pectoral del juicio de Dios introducirás, además, el Urim y el Tumim, a fin de que Aarón los tenga sobre su pecho cuando se presente delante del Señor. Así Aarón llevará siempre sobre su pecho, en la presencia del Señor, el dictamen de Dios para los Israelitas.
El manto
31 También harás el manto del efod, todo de púrpura violeta.
32 En el centro tendrá una abertura para que pueda pasar la cabeza; y esa abertura tendrá un dobladillo alrededor, como el cuello de una cota de guerrero, para que no se rasgue.
33 Adornarás el ruedo con granadas de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y de lino fino reforzado, intercaladas con campanillas de oro.
34 Las campanillas de oro y las granadas estarán dispuestas alternadamente, una al lado de otra, a lo largo de todo el ruedo.
35 Aarón irá revestido del manto para ejercer su función sacerdotal, y el sonido de las campanillas tendrá que oírse cuando entre en el Santuario, delante del Señor, y cuando salga de él. Así no morirá.
El turbante y su flor, la túnica y la faja
36 Además harás una flor de oro puro, y grabarás en ella, como se graban los sellos: «Consagrado al Señor».
37 La sujetarás con una cinta de púrpura violeta, y así quedará fija sobre la parte delantera del turbante.
38 Aarón la llevará sobre su frente, para que pueda cargar con las faltas que los israelitas cometan al presentar sus ofrendas sagradas; y la flor estará siempre sobre su frente para que esas ofrendas sean aceptables al Señor.
39 Tejerás la túnica con lino fijo, y también harás un turbante de lino fino y una faja recamada artísticamente.
Las vestiduras de los sacerdotes
40 Harás túnicas, fajas y mitras para los hijos de Aarón, a fin de que estén magníficamente ataviados.
41 Así vestirás a tu hermano Aarón y a sus hijos. Luego los ungirás, los investirás y los consagrarás para que ejerzan mi sacerdocio.
42 También les harás unos pantalones de lino para cubrirse desde la cintura hasta los muslos.


43 Aarón y sus hijos los usarán cuando entren en la Carpa del Encuentro o se acerquen al altar para el culto del Santuario. De esa manera, no incurrirán en culpa y no morirán. Este es un decreto irrevocable para Aarón y sus descendientes.


Capítulo 29
La consagración de Aarón y de sus hijos
1 Esto es lo que harás para consagrarlos a fin de que ejerzan mi sacerdocio: toma un novillo y dos carneros sin defecto,
2 y prepara con harina de la mejor calidad panes ácimos, tortas sin levadura amasadas con aceite, y galletas sin levadura untadas con aceite.
3 Colocarás todo eso en una canasta y lo presentarás junto con los novillos y los dos carneros.
4 Después ordenarás que Aarón y sus hijos se acerquen a la puerta de la Carpa del Encuentro y los lavarás con agua.
5 Tomarás luego las vestiduras y revestirás a Aarón con la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y lo ceñirás con el cinturón del efod.
6 Le colocarás también el turbante sobre la cabeza y el signo de su consagración encima del turbante.
7 Tomarás después el óleo de la unción, lo derramarás sobre su cabeza y lo ungirás con él.
8 En seguida ordenarás que se acerquen sus hijos; los vestirás con túnicas,
9 los ceñirás con un cinturón y les ajustarás las mitras. Así el sacerdocio les pertenecerá por un decreto irrevocable. De esta manera investirás a Aarón y a sus hijos.
Las ofrendas de la consagración
10 Acercarás el novillo hasta la Carpa del Encuentro. Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre su cabeza,
11 y tú lo inmolarás delante del Señor, a la entrada de la Carpa del Encuentro.
12 Tomarás un poco de su sangre, untarás con tu dedo los cuernos del altar y derramarás todo el resto de la sangre sobre la base del mismo.
13 Recogerás luego la grasa que recubre las entrañas, la protuberancia del hígado, los dos riñones y la grasa que está sobre ellos, y los quemarás sobre el altar.
14 Pero la carne, el cuero y los excrementos, los quemarás fuera del campamento. Este es un sacrificio por el pecado.
15 Luego tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre su cabeza.
16 Una vez que lo hayas inmolado, recogerás su sangre y harás una aspersión alrededor del altar.
17 Dividirás el animal en pedazos, lavarás sus entrañas y sus patas, y las colocarás sobre las partes restantes y sobre su cabeza.
18 Después dejarás que todo el carnero se queme sobre el altar. Este es un holocausto para el Señor, una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor.
19 Tomarás luego el segundo carnero, y Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre su cabeza.
20 Una vez que lo hayas inmolado, recogerás un poco de su sangre y untarás con ella el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho. Después harás una aspersión con esta sangre alrededor del altar.
21 Tomarás un poco de la sangre que está sobre el altar y un poco del óleo de la unción, y rociarás con ellos a Aarón y sus vestiduras, a sus hijos y también sus vestiduras. Así quedarán consagrados Aarón, sus hijos y las vestiduras de todos ellos.
La investidura de los sacerdotes
22 Luego tomarás la grasa de este carnero: la grasa de la cola, la que cubre las entrañas, la protuberancia del hígado, los dos riñones y la grasa que está sobre ellos, y también la pata derecha, porque se trata de carnero ofrecido para la investidura de los sacerdotes.
23 Recogerás además un pan redondo, una torta cocida en aceite y una galleta de la canasta de los panes ácimos que está delante del Señor;
24 depositarás todo esto en las manos de Aarón y de sus hijos, y realizarás el gesto de presentación delante del Señor.
25 Recogerás nuevamente todo esto y lo quemarás sobre el altar junto con el holocausto, como perfume agradable al Señor. Esta es una ofrenda que se quema para el Señor.
26 Tomarás también el pecho del carnero que se inmola para la investidura de Aarón y realizarás con él el gesto de presentación delante del Señor. Esta será tu parte.
27 Tú santificarás el pecho de la presentación y la pierna de la ofrenda, es decir, la parte presentada y ofrecida del carnero inmolado con motivo de la investidura de Aarón y de sus hijos.
28 Esta será la parte que Aarón y sus hijos recibirán de los israelitas, según un decreto irrevocable. Porque es una ofrenda que los israelitas deberán separar de sus sacrificios de comunión, como ofrenda reservada al Señor.
29 Las vestiduras sagradas de Aarón pasarán después a sus hijos, que las vestirán al recibir la unción y la investidura.
30 Y el hijo que lo suceda como sacerdote, cuando entre en la Carpa del Encuentro para el culto del Santuario, las vestirá durante siete días.
El banquete sagrado
31 Después tomarás el carnero ofrecido para la investidura y harás cocinar su carne en el recinto sagrado.
32 Aarón y sus hijos comerán la carne y el pan de la canasta, a la entrada de la Carpa del Encuentro.
33 Comerán aquello que sirvió para su expiación cuando fueron investidos y consagrados. Ningún extraño deberá comer con ellos, porque son cosas santas.
34 Si queda para el día siguiente algo de carne o de pan, deberás quemar ese resto. Nadie lo comerá, porque es una cosa santa.
35 Esto es lo que harás con Aarón y sus hijos, conforme a todo lo que yo te he ordenado. La ceremonia de su investidura durará siete días.
La consagración del altar de los holocaustos
36 Cada uno de esos días ofrecerás un novillo como sacrificio de expiación por el pecado; lo ofrecerás sobre el altar para expiar por él y lo ungirás para consagrarlo.
37 Durante siete días harás la expiación por el altar y lo consagrarás. Así el altar será algo santísimo, y todo aquello que lo toque quedará consagrado.
El holocausto cotidiano
38 Cada día ofrecerás sobre el altar dos corderos de un año, y esto en forma permanente.
39 Ofrecerás uno a la mañana y otro a la hora del crepúsculo.
40 Con el primer cordero ofrecerás también la décima parte de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con un litro sesenta de aceite puro de oliva, y una libación consistente en un litro sesenta de vino.
41 El otro cordero lo ofrecerás a la hora del crepúsculo, con una oblación y una libación iguales a las de la mañana, como aroma agradable, como ofrenda que se quema para el Señor.
42 Este es un holocausto que se ofrecerá perpetuamente de generación en generación, en la presencia del Señor, a la entrada de la Carpa del encuentro. Porque es allí donde me encontraré contigo para hablarte.
43 Allí también me encontraré con los israelitas, y ese lugar será consagrado por mi gloria.
44 Yo consagraré la Carpa del Encuentro y el altar. También consagraré a Aarón y a sus hijos para que sean mis sacerdotes.
45 Yo habitaré en medio de los israelitas y seré su Dios.
46 Entonces ellos sabrán que yo, el Señor, soy su Dios, el que los hice salir de Egipto para habitar en medio de ellos. Yo soy el Señor, su Dios.

1° Lectura Mateo 5:1-20

 1 Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él.
2 Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
3 «Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
4 Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
5 Felices los afligidos, porque serán consolados.
6 Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
7 Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
8 Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
9 Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
10 Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
11 Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
12 Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.
13 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
14 Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña.
15 Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa.
16 Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.
17 No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
18 Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
19 El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.
20 Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.