domingo, 25 de mayo de 2014

3° Lectura. Salmos 54

Capítulo 54
D
el maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Poema de David.
2 Cuando los habitantes de Zif vinieron a decir a Saúl: «¿No se ha escondido David entre nosotros?».
3 Dios mío, sálvame por tu Nombre,
defiéndeme con tu poder,
4 Dios mío, escucha mi súplica,
presta atención a las palabras de mi boca.
5 Porque gente soberbia se ha alzado contra mí,
hombres violentos atentan contra mi vida,
sin tener presente a Dios.
6 Pero Dios es mi ayuda,
el Señor es mi verdadero sostén:
7 que el mal recaiga sobre mis adversarios,
¡destrúyelos, Señor, por tu felicidad!
8 Te ofreceré un sacrificio voluntario,
daré gracias a tu Nombre, porque es bueno,
9 porque me has librado de todos mis adversarios
y he visto la derrota de mis enemigos.

2° Lectura.1° Samuel 8

Capítulo 8
El pueblo pide un rey
Cuando Samuel envejeció, puso a sus hijos como jueces de Israel. 2 Su hijo mayor se llamaba Joel, y el segundo, Abías: ambos eran jueces en Berseba. 3 Pero ellos no siguieron sus pasos, sino que se dejaron llevar por el afán de lucro, aceptaron regalos y pervirtieron el derecho. 4 Entonces se reunieron todos los ancianos de Israel y acudieron a Samuel en Ramá. 5 «Tú ya eres viejo, le dijeron, y tus hijos no siguen tus pasos. Ahora danos un rey para que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones». 6 A Samuel le disgustó que le dijeran: «Danos un rey para que nos gobierne», y oró al Señor. 7 El Señor dijo a Samuel: «Escucha al pueblo en todo lo que ellos digan, porque no es a ti a quien rechazan: me rechazan a mí, para que no reine más sobre ellos. 8 Como se comportaron conmigo desde el día en que los hice subir de Egipto hasta el día de hoy, abandonándome a mí para servir a otros dioses, así se comportan también contigo. 9 Por eso, escucha su reclamo. Pero les harás una solemne advertencia y les explicarás cuál es el derecho del rey que reinará sobre ellos». El derecho del rey 10 Samuel comunicó todas las palabras del Señor al pueblo que le pedía un rey, 11 diciendo: «Este será el derecho del rey que reinará sobre ustedes, los destinará a sus carros de guerra y a su caballería, y ellos correrán delante de su carro. 12 Los empleará como jefes de mil y de cincuenta hombres, y les hará cultivar sus campos, recoger sus cosechas, y fabricar sus armas de guerra y los arneses de sus carros. 13 Tomará a las hijas de ustedes como perfumistas, cocineras y panaderas. 14 Les quitará a ustedes los mejores campos, viñedos y olivares, para dárselos a sus servidores. 15 Exigirá el diezmo de los sembrados y las viñas, para entregarlo a sus eunucos y a sus servidores. 16 Les quitará sus mejores esclavos, sus bueyes y sus asnos, para emplearlos en sus propios trabajos. 17 Exigirá el diezmo de los rebaños, y ustedes mismos serán sus esclavos. 18 Entonces, ustedes clamarán a causa del rey que se han elegido, pero aquel día el Señor no les responderá». 19 El pueblo se negó a escuchar la voz de Samuel, e insistió: «¡No! Habrá un rey sobre nosotros, 20 y así seremos como todas las naciones. Nuestro rey nos juzgará, saldrá al frente de nosotros y combatirá en nuestros combates». 21 Samuel escuchó todas las palabras del pueblo y las repitió en presencia del Señor. 22 El Señor dijo a Samuel: «Escúchalos y dales un rey». Entonces Samuel dijo a los hombres de Israel: «Vuelvan cada uno a su ciudad».

1° Lectura. Romanos 1

Capítulo 1
Carta de Pablo, servidor de Jesucristo, llamado el Apóstol, y elegido para anunciar la Buena Noticia de Dios, 2 que él había prometido por medio de sus Profetas en las Sagradas Escrituras, 3 acerca de su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, nacido de la estirpe de David según la carne, 4 y constituido Hijo de Dios con poder según el Espíritu santificador por su resurrección de entre los muertos. 5 Por él hemos recibido la gracia y la misión apostólica, a fin de conducir a la obediencia de la fe, para la gloria de su Nombre, a todos los pueblos paganos, 6 entre los cuales se encuentran también ustedes, que han sido llamados por Jesucristo. 7 A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos, llegue la gracia y la paz, que proceden de Dios, nuestro Padre, y el Señor Jesucristo. 8 En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo, a causa de todos ustedes, porque su fe es alabada en el mundo entero. 9 Dios, a quien tributo un culto espiritual anunciando la Buena Noticia de su Hijo, es testigo de que yo los recuerdo constantemente, 10 pidiendo siempre en mis oraciones que pueda encontrar, si Dios quiere, la ocasión favorable para ir a visitarlos. 11 Porque tengo un gran deseo de verlos, a fin de comunicarlos algún don del Espíritu que los fortalezca, 12 mejor dicho, a fin de que nos reconfortemos unos a otros, por la fe que tenemos en común. 13 Hermanos, quiero que sepan que muchas veces intenté visitarlos para recoger algún fruto también entre ustedes, como lo he recogido en otros pueblos paganos; pero hasta ahora no he podido hacerlo. 14 Yo me debo tanto a los griegos como a los que no lo son, a los sabios como a los ignorantes. 15 De ahí mi ardiente deseo de anunciarles la Buena Noticia también a ustedes, los que habitan en Roma.