viernes, 6 de junio de 2014

1° Lectura. Romanos 11:25-36


Hermanos, no quiero que ignoren este misterio, a fin de que no presuman de ustedes mismos: el endurecimiento de una parte de Israel durará hasta que haya entrado la totalidad de los paganos. 26 Y entonces todo Israel será salvado, según lo que dice la Escritura: "De Sión vendrá el Libertador. El apartará la impiedad de Jacob. 27 Y esta será mi alianza con ellos, cuando los purifique de sus pecados". 28 Ahora bien, en lo que se refiere a la Buena Noticia, ellos son enemigos de Dios, a causa de ustedes; pero desde el punto de vista de al elección divina, son amados en atención a sus padres. 29 Porque los dones y el llamado de Dios son irrevocables. 30 En efecto, ustedes antes desobedecieron a Dios, pero ahora, a causa de la desobediencia de ellos, han alcanzado misericordia. 31 De la misma manera, ahora que ustedes han alcanzado misericordia, ellos se niegan a obedecer a Dios. Pero esto es para que ellos también alcancen misericordia. 32 Porque Dios sometió a todos a la desobediencia, para tener misericordia de todos. 33 ¡Qué profunda y llena de riqueza es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus designios y qué incomprensibles sus caminos! 34 ¿Quién penetró en el pensamiento del Señor? ¿Quién fue su consejero? 35 ¿Quién le dio algo, para que tenga derecho a ser retribuido? 36 Porque todo viene de él, ha sido por él, y es para él. ¡A él sea la gloria eternamente! Amén.

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