sábado, 3 de mayo de 2014

1° Lectura. Hechos 15:22-41

Entonces los Apóstoles, los presbíteros y la Iglesia entera, decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres eminentes entre los hermanos 23 y les encomendaron llevar la siguiente carta: «Los Apóstoles y los presbíteros saludamos fraternalmente a los hermanos de origen pagano, que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia. 24 Habiéndonos enterado de que algunos de los nuestros, sin mandato de nuestra parte, han sembrado entre ustedes la inquietud y provocado el desconcierto, 25 hemos decidido de común acuerdo elegir a unos delegados y enviárselos junto con nuestros queridos Bernabé y Pablo, 26 los cuales han consagrado su vida al nombre de nuestro Señor Jesucristo. 27 Por eso les enviamos a Judas y a Silas, quienes les transmitirán de viva voz este mismo mensaje. 28 El Espíritu Santo, y nosotros mismos, hemos decidido no imponerles ninguna carga más que las indispensables, a saber: 29 que se abstengan de la carne inmolada a los ídolos, de la sangre, de la carne de animales muertos sin desangrar y de las uniones ilegales. Harán bien en cumplir todo esto. Adiós». 30 Los delegados, después de ser despedidos, descendieron a Antioquía donde convocaron a la asamblea y le entregaron la carta. 31 Esta fue leída y todos se alegraron por el aliento que les daba. 32 Judas y Silas, que eran profetas, exhortaron a sus hermanos y los confirmaron, hablándoles largamente. 33 Al cabo de un tiempo, los hermanos los enviaron nuevamente a la comunidad que los había elegido, despidiéndolos en paz. 34 [Como Silas creyó que debía quedarse, Judas partió solo.] 35 Pablo y Bernabé permanecieron en Antioquía, enseñando y anunciando la Buena Noticia de la Palabra del Señor, junto con muchos otros. 36 Algún tiempo después, Pablo dijo a Bernabé: «Volvamos a visitar a los hermanos que están en las ciudades donde ya hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo se encuentran». 37 Bernabé quería llevar consigo también a Juan, llamado Marcos. 38 Pero Pablo consideraba que no debía llevar a quien los había abandonado cuando estaban en Panfilia y no había trabajado con ellos. 39 La discusión fue tan viva que terminaron por separarse; Bernabé, llevando consigo a Marcos, se embarcó rumbo a Chipre. 40 Pablo, por su parte, eligió por compañero a Silas y partió, encomendado por sus hermanos a la gracia del Señor. 41 Así atravesó la Siria y la Cilicia, confirmando a las comunidades.

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