miércoles, 12 de marzo de 2014

1° Lectura Mateo 14:1-21


1 En aquel tiempo, la fama de Jesús llegó a oídos del tetrarca Herodes,
2 y él dijo a sus allegados: «Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos».
3 Herodes, en efecto, había hecho arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe,
4 porque Juan le decía: «No te es lícito tenerla».
5 Herodes quería matarlo, pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un profeta.
6 El día en que Herodes festejaba su cumpleaños, la hija de Herodías bailó en público, y le agradó tanto a Herodes
7 que prometió bajo juramento darle lo que pidiera.
8 Instigada por su madre, ella dijo: «Tráeme aquí sobre una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».
9 El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por los convidados, ordenó que se la dieran
10 y mandó decapitar a Juan en la cárcel.
11 Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y entregada a la joven, y esta la presentó a su madre.
12 Los discípulos de Juan recogieron el cadáver, lo sepultaron y después fueron a informar a Jesús.
13 Al enterarse de eso, Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para esta a solas. Apenas lo supo la gente, dejó las ciudades y lo siguió a pie.
14 Cuando desembarcó, Jesús vio una gran muchedumbre y, compadeciéndose de ella, curó a los enfermos.
15 Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: «Este es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos».
16 Pero Jesús les dijo: «No es necesario que se vayan, denles de comer ustedes mismos».
17 Ellos respondieron: «Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados».
18 «Tráiganmelos aquí», les dijo.
19 Y después de ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud.
20 Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas.
21 Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

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