domingo, 13 de julio de 2014

3° Lectura. Joel 2:1-11

Capítulo 2
¡Toquen la trompeta en Sión, hagan sonar la alarma en mi Montaña santa! ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el Día del Señor, porque está cerca! 2 ¡Día de tinieblas y oscuridad, día nublado y de sombríos nubarrones! Como la aurora que se extiende sobre las montañas, avanza un pueblo numeroso y fuerte como no los hubo jamás, ni lo habrá después de él, hasta en las generaciones más lejanas. 3 Delante de él, el fuego devora, detrás de él, la llama consume. El país es como un jardín de Edén delante de él, detrás de él, un desierto desolado. ¡Nada se le escapa! 4 Su aspecto es como el de los caballos, se abalanzan como corceles: 5 como un estrépito de carros de guerra que saltan sobre la cima de los montes; como el crepitar de la llama ardiente que devora la hojarasca; como un pueblo fuerte en orden de batalla. 6 Ante él, los pueblos se estremecen, se crispan todos los rostros. 7 Se abalanzan como valientes, como guerreros escalan las murallas. Cada uno avanza hacia adelante y no se entrecruzan sus caminos. 8 No se atropellan entre sí, cada uno va por su línea; arremeten en medio de las flechas, sin romper la formación. 9 Se precipitan sobre la ciudad, se abalanzan sobre las murallas, suben a las casas, entran por las ventanas como el ladrón. 10 ¡Ante él, la tierra tiembla, los cielos se conmueven, el sol y la luna se ensombrecen, las estrellas pierden su brillo! 11 El Señor hace oír su voz al frente de sus tropas: ¡qué numerosos son sus batallones, que poderoso el que ejecuta su palabra! Porque el Día del Señor es grande y terrible: ¿quién podrá soportarlo?

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