viernes, 23 de mayo de 2014

2° Lectura. 1° Samuel 4-5

Capítulo 4
Y la palabra de Samuel llegó a todo Israel. El Arca de la Alianza en poder de los filisteos La derrota de Israel frente a los filisteos En aquellos días, los filisteos se reunieron para combatir contra Israel. Israel les salió al encuentro para el combate, y acamparon en Eben Ezer, mientras los filisteos acampaban en Afec. 2 Los filisteos se alinearon en orden de batalla frente a Israel, y se entabló un duro combate. Israel cayó derrotado delante de los filisteos, y unos cuatro mil hombres fueron muertos en el frente de batalla, en campo abierto. 3 Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel dijeron: «¿Por qué el Señor nos ha derrotado hoy delante de los filisteos? Vayamos a buscar a Silo el Arca de la Alianza del Señor: que ella esté presente en medio de nosotros y nos salve de la mano de nuestros enemigos». 4 El pueblo envió unos hombres a Silo, y trajeron de allí el Arca de la Alianza del Señor de los ejércitos, que tiene su trono sobre los querubines. Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí, acompañaban el Arca. Nueva derrota de los israelitas y captura del Arca 5 Cuando el Arca de la Alianza del Señor llegó al campamento, todos los israelitas lanzaron una gran ovación y tembló la tierra. 6 Los filisteos oyeron el estruendo de la ovación y dijeron: «¿Qué significa esa estruendosa ovación en el campamento de los hebreos?». Al saber que el Arca del Señor había llegado al campamento, 7 los filisteos sintieron temor, porque decían: «Un dios ha llegado al campamento». Y exclamaron: «¡Ay de nosotros, porque nada de esto había sucedido antes! 8 ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de este dios poderoso? Este es el dios que castigó a los egipcios con toda clase de plagas en el desierto. 9 ¡Tengan valor y sean hombres, filisteos, para no ser esclavizados por los hebreos, como ellos lo fueron por ustedes! ¡Sean hombres y luchen!» 10 Los filisteos libraron batalla. Israel fue derrotado y cada uno huyó a sus campamentos. La derrota fue muy grande, y cayeron entre los israelitas treinta mil hombres de a pie. 11 El Arca del Señor fue capturada, y murieron Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí. La muerte de Elí 12 Un hombre de Benjamín escapó del frente de batalla y llegó a Silo ese mismo día, con la ropa desgarrada y la cabeza cubierta de polvo. 13 Cuando llegó, Elí estaba sentado en una silla al borde del camino, a la expectativa, porque su corazón temblaba por el Arca de Dios. El hombre fue a dar la noticia por la ciudad, y toda la ciudad se puso a gritar. 14 Al oír el clamor, Elí preguntó: «¿Qué significa ese tumulto?». Entonces el hombre fue rápidamente a comunicar la noticia a Elí. 15 Este tenía noventa y ocho años; había perdido la vista y no podía ver. 16 El hombre le dijo: «Vengo del frente de batalla; hoy mismo he escapado de allí». Elí le preguntó: «¿Qué ha pasado, hijo mío?». 17 El mensajero respondió: «Israel huyó delante de los filisteos, y el pueblo ha sufrido un gran desastre; han muerto tus hijos Jofní y Pinjás, y el Arca de Dios ha sido capturada». 18 Apenas el hombre mencionó el Arca de Dios, Elí cayó de su silla hacia atrás, al lado de la puerta; así se rompió la nunca y murió, porque era viejo y pesado. Había juzgado a Israel durante cuarenta años. La muerte de la nuera de Elí 19 Su nuera, la mujer de Pinjás, estaba embarazada, próxima a dar a luz. Cuando oyó la noticia de la captura del Arca de Dios, y de la muerte de su suegro y de su marido, se encorvó y dio a luz, porque le sobrevinieron los dolores del parto. 20 Como estaba a punto de morir, las mujeres que la asistían le dijeron: «No temas, has tenido un varón». Pero ella no respondió ni prestó atención. 21 Y puso al niño el nombre de Icabod, diciendo: «La gloria ha sido desterrada de Israel», el alusión a la captura del Arca de Dios y a la muerte de su suegro y de su marido.

Capítulo 5
Los estragos causados por el Arca

Los filisteos capturaron el Arca de Dios y la trasladaron de Eben Ezer a Asdod. 2 Allí tomaron el Arca de Dios, la introdujeron en el templo de Dagón y la expusieron al lado de Dagón. 3 A la mañana siguiente, los asdoditas se levantaron bien temprano, y encontraron a Dagón caído en el suelo, boca abajo, ante el Arca del Señor. Lo recogieron y lo volvieron a poner en su sitio. 4 Pero a la mañana siguiente, cuando los asdoditas se levantaron, encontraron a Dagón caído en el suelo, boca abajo, ante el Arca del Señor. La cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos yacían cortadas sobre el umbral, y no le quedaba más que el tronco. 5 Por eso, hasta el día de hoy los sacerdotes de Dagón y los que entran en su templo, en Asdod, no pisan el umbral. 6 La mano del Señor se hizo sentir pesadamente sobre los asdoditas y los devastó, hiriéndolos con tumores por todo el territorio de Asdod. 7 Al ver lo que sucedía, los asdoditas dijeron: «Que el Arca del Señor no se quede entre nosotros, porque su mano es dura contra nosotros y contra Dagón, nuestro dios». 8 Entonces invitaron a todos los príncipes de los filisteos a reunirse con ellos, y dijeron: «¿Qué podemos hacer con el Arca del Dios de Israel?». Ellos respondieron: «Hay que trasladarla a Gat». Así trasladaron el Arca del Dios de Israel. 9 Pero una vez que fue trasladada, la mano del Señor se hizo sentir sobre la ciudad y cundió un pánico terrible, porque el Señor hirió a la gente de la ciudad, del más pequeño al más grande, y les brotaron tumores. 10 Entonces enviaron el Arca de Dios a Ecrón. Pero apenas el Arca llegó a Ecrón, los ecronitas gritaron: «Han trasladado aquí el Arca del Dios de Israel, para hacerme morir a mí y a mi pueblo». 11 Luego invitaron a reunirse a todos los príncipes de los filisteos, y estos decían: «Devuelvan el Arca del Dios de Israel; que regrese al lugar donde estaba, y no me haga morir a mí y a mi pueblo». Porque reinaba un pánico mortal en toda la ciudad, tal era el peso con que se hacía sentir la mano del Señor. 12 A los que no morían les brotaban tumores, y el clamor de la ciudad subía hasta el cielo.

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