viernes, 25 de abril de 2014

3° Lectura. Job 25

Capítulo 25
Bildad de Súaj replicó, diciendo: 2 Su dominio es soberano y temible: él hace reinar la paz en sus alturas. 3 ¿Se pueden contar sus legiones? ¿Sobre quién no se alza su luz? 4 ¿Cómo puede un hombre ser justo ante Dios o ser puro un hijo de mujer? 5 Si hasta la luna no tiene brillo ni las estrellas son puras a sus ojos, 6 ¡cuánto menos el hombre, ese gusano, el hijo del hombre, que es sólo una lombriz! 5 Bajo la tierra se retuercen las Sombras, las aguas y los que habitan en ellas. 6 El Abismo está desnudo ante él, y nada cubre a la Perdición. 7 El extiende el Norte sobre el vacío, suspende la tierra sobre la nada. 8 Encierra el agua en sus densos nubarrones, y las nubes no se rompen bajo su peso. 9 Oscurece la faz de la luna llena, desplegando sus nubes contra ella. 10 Trazó un círculo sobre la superficie de las aguas, en el límite mismo de la luz y las tinieblas. 11 Las columnas del cielo vacilan, presas de terror por su amenaza. 12 Con su fuerza, reprimió al Mar, con su inteligencia, quebrantó a Rahab. 13 Con su soplo, despejó los cielos, su mano traspasó a la Serpiente huidiza. 14 ¡Y esto no es más que un vestigio de su poder! ¡Qué eco tan débil percibimos de él! ¿Quién entenderá, entonces, su poderío atronador?

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