E
l Canto más hermoso, de Salomón.
2 ¡Que me bese ardientemente con su boca! Porque tus amores son más deliciosos que el vino;
3 sí, el aroma de tus perfumes es exquisito, tu nombre es un perfume que se derrama: por eso las jóvenes se enamoran de ti.
4 Llévame contigo: ¡corramos! El rey me introdujo en sus habitaciones: ¡gocemos y alegrémonos contigo, celebremos tus amores más que el vino! ¡Cuánta razón tienen para amarte!
5 Soy morena, pero hermosa, hijas de Jerusalén, como los campamentos de Quedar, como las carpas de Salmá.
6 ¡No se fijen en mi tez morena: he sido tostada por el sol. Los hijos de mi madre se irritaron contra mí, me pusieron a cuidar las viñas, ¡y a mi propia viña no la pude cuidad!
7 Dime, amado de mi alma, dónde llevas a pastar el rebaño, dónde lo haces descansar al mediodía, para que yo no ande vagando junto a los rebaños de tus compañeros.
[Coro]
8 Si tú no lo sabes, ¡la más bella de las mujeres! sigue las huellas del rebaño y lleva a pastar tus cabritos junto a las cabañas de los pastores.
[El Amado]
9 Yo te comparo, amada mía, a una yegua uncida al carro del Faraón.
10 ¡qué hermosa son tus mejillas entre los aros y tu cuello entre los collares!
11 Te haremos pendientes de oro, con incrustaciones de plata.
[La Amada]
12 Mientras el rey está en su diván, mi nardo exhala su perfume.
13 Mi amado es para mí una bolsita de mirra que descansa entre mis pechos.
14 Mi amado es para mí un racimo de alheña en las viñas de Engadí.
[El Amado]
15 ¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres! ¡Tus ojos son palomas!
[La Amada]
16 ¡Qué hermoso eres, amado mío, eres realmente encantador! ¡Qué frondoso es nuestro lecho!
17 Las vigas de nuestra casa son los cedros y nuestro artesonado, los cipreses.
Capítulo 2
o soy el narciso de Sarón, el lirio de los valles.
[El Amado]
2 Como un lirio entre los cardos es mi amada entre las jóvenes.
[La Amada]
3 Como un manzano entre los árboles silvestres, es mi amado entre los jóvenes: yo me senté a su sombra tan deseada y su fruto es dulce a mi paladar.
4 El me hizo entrar en la bodega y enarboló sobre mí la insignia del Amor.
5 Reconfórtenme con pasteles de pasa, reanímenme con manzanas, porque estoy enferma de amor.
6 Su izquierda sostiene mi cabeza y con su derecha me abraza.
[El Amado]
7 ¡Júrenme, hijas de Jerusalén, por las gacelas y las ciervas del campo, que no despertarán ni desvelarán a mi amor, hasta que ella quiera!
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miércoles, 26 de marzo de 2014
3° Lectura. Cantares 1 - 2: 1-7
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